Home Prólogo Santa Clara San Pascual Salambao Nuevo Ánimo Forma Epílogue Acoplamientos Versión PDF Guestbook Créditos: Autor: R. delos Reyes HTML: E. de Guzman Fotos: J. Lozano |
El baile de la fertilidad de Obando continuó hasta la última parte del gobierno americano de las Filipinas. Sin embargo, la fama del baile dicha alcanzó muchos lugares en el país. Incluso el héroe nacional, Dr. José Rizal, mencionó esta tradición en su novela, el "Noli Me Tangere". Los acontecimientos políticos en Obando no afectaron el fandango anual. A pesar de ese Obando y su gente estaban los miembros del Katipunan (revolucionarios contra la colonización española de las Filipinas), y estuvieron implicados en la rebelión contra los españoles durante 1898, el baile todavía fue realizada y los peregrinos iban continuamente a Obando a expresar su dedicación para por lo menos durante las festividades de tres días. Es agradable pensar la belleza en esta tradición que es sostenida en Obando durante esas épocas. El peregrino, a que la mayoría de ellas venían de diversas provincias en barcos y lanchas a remolque con las decoraciones multicoloras, comodidad recibida de la gente de Obando y permanecían allí hasta que las festividades terminaron. La forma más común de pago en el intercambio de la comodidad y del alimento estaba con comprar las velas que eran vendidas por la casa. Quizás nunca habría un ejemplo mejor y concreto que esta comodidad que es ofrecida por los ciudadanos de Obando, demostrar el ser hospitalario de los filipinos. Durante la altura de la segunda guerra mundial, la iglesia y una porción grande de la ciudad habían sido quemadas, incluyendo las imágenes originales de los tres santos patrones en el altar. Las imágenes en el altar hoy son reproducciones justas de las imágenes originales. La iniciativa para producir estas reproducciones fue perseguida por algunas familias y confraternidades. Algunos años después de que la guerra hubiera terminado, el Arzobispo de Manila y el sacerdote de la parroquia del titular de Obando prohibieron bailar durante el banquete mientras que estaban alegado sin fondo católico. Es decir especularon que el ritual había estado de origen pagana. Aunque la orden para parar bailar había sido puesta en ejecución y observada terminantemente por el clero local, no pararon algunos de los peregrinos de hacer el fandango durante el banquete de Obando. Alguna gente se sacudía discreto en las calles como la procesión pasada cerca. Ésta ha sido la época para parar una tradición muy hermosa que había sido arraigada profundamente entre muy la vieja ascendencia de cada filipino de venir hasta vida. En el año 1972, la ciudad entera consiguió en un nuevo ánimo cuando la tradición refrenada había sido traída de nuevo a vida. Bajo supervisión de un nuevo sacerdote de la parroquia bajo el Padre Rome R. Fernández, y con la cooperación de la Comisión cultural de Obando, la gente de Obando comenzó a bailar el fandango. Mucha de ella formaron a sus propios grupos y tenían diversos tipos de ropas filipinas. Obando despertó otra vez de un sueño largo. Había habido ligero todo alrededor. La procesiín se volvió a la vida y a los colores completos. Los músicos del trombone se volvieron. Las imágenes de los tres santos patrones habían sido vestidas para arriba y ofrecidas con bailar interminable. |